|
|
Documentos
Declaración de Guadalajara
Guadalajara, México, 18 y 19 de Julio de 1991
Los Jefes de Estado y
de Gobierno de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica,
Cuba, Chile, Ecuador, El
Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá,
Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y Venezuela,
reunidos en la Ciudad de Guadalajara, México, los días 18 y 19 de julio
de 1991, hemos acordado emitir la siguiente declaración:
1.- Con especial
beneplácito nos hemos congregado, por primera vez en la historia, para
examinar en forma conjunta los grandes retos que confrontan nuestros
países en un mundo en transformación. Nos proponemos, por ello,
concertar la voluntad política de nuestros gobiernos para propiciar las
soluciones que esos desafíos reclaman y convertir el conjunto de
afinidades históricas y culturales que nos enlazan en un instrumento de
unidad y desarrollo basado en el diálogo, la cooperación y la
solidaridad.
2.-
Representamos un vasto conjunto de naciones que comparten raíces y el
rico patrimonio de una cultura fundada en la suma de pueblos, credos y
sangres diversos. A quinientos años de distancia de nuestro primer
encuentro, y como uno de los grandes espacios que configuran el mundo de
nuestros días, estamos decididos a proyectar hacia el tercer milenio la
fuerza de nuestra comunidad.
3.-
Reconocemos que este propósito de convergencia se sustenta no sólo en un
acervo cultural común sino, asimismo, en la riqueza de nuestros orígenes
y de su expresión plural. Nuestra comunidad se asienta en la democracia,
el respeto a los derechos humanos y en las libertades fundamentales. En
este marco, se reafirman los principios de soberanía y no intervención y
se reconoce el derecho de cada pueblo a construir libremente en la paz,
estabilidad y justicia, su sistema político y sus instituciones.
4.-
Encontramos en la aproximación respetuosa de nuestras diferencias y en
la voz múltiple de nuestras sociedades, las bases de un proyecto de
cooperación iberoamericana sustentado en el diálogo, la solidaridad y la
adopción de acciones concertadas.
5.-
Manifestamos la voluntad de contribuir unidos a un futuro común de paz,
mayor bienestar e igualdad social. Estamos comprometidos con el
desarrollo económico y social de nuestros pueblos, la plena vigencia de
los derechos humanos, la ampliación de los cauces democráticos, el
fortalecimiento de nuestros sistemas institucionales y el respeto de las
normas de derecho internacional.
6.-
Deseamos, un futuro de certidumbre, paz y seguridad para nuestros
pueblos. Ello sólo será posible mediante el respeto al Derecho
Internacional y a través del desarme general y completo que desaliente
el uso de la fuerza y propicie la solución negociada de controversias.
Reafirmamos nuestro apoyo a las metas para la Década de las Naciones
Unidas Contra el Colonialismo. Frente al abuso del poder, invocamos la
razón y el diálogo.
7.-
Reafirmamos que es obligación del Estado de Derecho promover y
garantizar la plena vigencia de los derechos humanos. A partir de
nuestros propios esfuerzos y sobre la base de una cooperación
internacional amplia, no selectiva y no discriminatoria, estamos
decididos a conformar un acervo iberoamericano en el ámbito de los
derechos humanos que consolide conductas de respeto, libertad y armonía
en lo político, lo jurídico, lo económico y lo social.
8.-
Reconocemos la inmensa contribución de los pueblos indígenas al
desarrollo y la pluralidad de nuestras sociedades y reiteramos nuestro
compromiso con su bienestar económico y social, así como la obligación
de respetar sus derechos y su identidad cultural.
9.-
Estamos comprometidos en un proceso de profundo reajuste de nuestras
economías con el objeto de lograr con eficiencia la recuperación y el
crecimiento. Nuestros países han hecho avances significativos en sus
procesos de modernización por medio de la reforma del Estado y de la
liberalización económica. Tales procesos han entrañado sacrificios que
deben cesar para que sea posible establecer una verdadera justicia
social. En nuestra región se han dado procesos sin precedentes
tendientes a la integración económica gradual regional y subregional que
hagan posible una posición más favorable en el escenario internacional.
Nuestras iniciativas se verán fortalecidas si existe un entorno
internacional que facilite recursos complementarios para el desarrollo y
la supresión de obstáculos al intercambio comercial.
Manifestamos nuestro decidido apoyo a los procesos de integración en
curso tanto a nivel regional como subregional y nos proponemos seguir
avanzando en este camino. Reiteramos que estos esfuerzos de integración
son abiertos al resto del mundo.
La
persistencia de la actual situación puede llevar a que se sustituya el
bipolarismo ideológico por una división entre el Norte, rico en
capitales y tecnología, y el Sur, pobre y sin perspectivas. Para superar
el problema es necesario, por un lado, desarrollar formas efectivas de
reciprocidad y solidaridad, por otro, fundamentarlas en una propuesta
ética, guiada por la justicia social y por la libertad y que impulse,
con nuevos esquemas, una verdadera cooperación entre los países del
mundo.
10.-
Desplegaremos todos los esfuerzos necesarios para liberar a nuestros
pueblos antes del siglo XXI del flagelo de la miseria. Para ello,
procuraremos el acceso general a servicios mínimos en las áreas de
salud, nutrición, vivienda, educación y seguridad social, de acuerdo con
las metas establecidas por las Naciones Unidas en las Estrategias
Internacionales del Desarrollo. Así contribuiremos al fortalecimiento de
la democracia en nuestra región.
11.-
Reafirmamos que la deuda externa es uno de los principales obstáculos
para el crecimiento y estabilidad de la región y que en consecuencia
constituye, para muchos de nuestros países, un factor fundamental del
desarrollo económico de evidente dimensión política.
12.-
Reconocemos que nuestras aspiraciones de desarrollo económico, social,
tecnológico y cultural requieren de un impulso decidido a la educación,
y a la cultura, que a la vez que fortalezca nuestra identidad nos
permita bases sólidas para asegurar la inserción adecuada de nuestros
países en un contexto internacional caracterizado por la innovación
científica y tecnológica.
Es
necesario acortar la brecha tecnológica utilizando la tecnología básica
para atender los derechos a la salud, a la educación, a la alimentación
y a la vivienda. La transferencia de tecnología debe responder a
criterios sociales y no exclusivamente de bases mercantiles.
13.-
Ante el deterioro ecológico global, íntimamente ligado a modelos de
desarrollo que han prevalecido hasta hoy, principalmente en los países
industrializados requerimos un esfuerzo renovador en el ámbito de la
cooperación multilateral. Ello permitirá eliminar ese deterioro y
superar la pobreza. Es indispensable que dicha cooperación internacional
establezca mecanismos eficaces de transferencia de recursos financieros
adicionales y de tecnologías apropiadas en condiciones preferenciales y
no comerciales para los países en desarrollo, teniendo en cuenta que la
responsabilidad de la solución debe recaer básicamente en aquellos que
más contribuyen a generar el daño. Estos mecanismos deben contener
modalidades innovadoras fundamentadas en la administración soberana de
los recursos naturales y en la promoción del crecimiento económico.
Asimismo, se deben establecer las bases de un régimen jurídico global
convencional que contemple los aspectos indisociables del desarrollo y
de la preservación de la naturaleza.
La
actual desigualdad del sistema económico internacional y sus
consecuencias para gran parte de la humanidad que vive en la pobreza,
requieren la creación de un nuevo orden para el medio ambiente sano y
equilibrado.
14.- Nos
comprometemos a desplegar los esfuerzos necesarios para dar cumplimiento
a las metas definidas en la Cumbre Mundial en favor de la Infancia. Para
ello impulsaremos la formulación de los Programas Nacionales de Acción
destinados a promover la supervivencia, la protección y el desarrollo
integral de la niñez iberoamericana.
15.- Las
deficiencias del desarrollo se reflejan en el costo que representan la
muerte y la enfermedad en nuestros países, particularmente para aquellos
sectores más vulnerables de la población. Conscientes de las condiciones
de alto riesgo que han llevado a brotes epidémicos como el cólera, cuya
magnitud ha creado una situación de emergencia, manifestamos nuestra
voluntad de cooperación a fin de superarlas y lograr mejores niveles de
salubridad y de vida.
16.-
Frente al flagelo del narcotráfico y sus secuelas, afirmamos el
principio de la responsabilidad compartida y reiteramos nuestro
compromiso de fortalecer la cooperación internacional para su
erradicación, basada en una perspectiva integral y multilateral con
pleno respeto a la soberanía de los Estados.
17.- En
un mundo en el que se perfila la formación de grandes conglomerados
regionales, dinámicos y competitivos, el aislamiento y la incomunicación
son causa de pobreza, marginación y atraso. Requerimos de una mayor
fuerza colectiva que atenúe la vulnerabilidad y los riesgos de la
dispersión.
18.-
Ante la pobreza, la guerra, la intolerancia, el hambre, la enfermedad,
la degradación del medio ambiente y la ignorancia, proponemos una nueva
cultura de cooperación internacional como única vía para un mundo justo
y estable. Entendemos ésta como una verdadera operación conjunta en la
que confluyan intereses y objetivos compartidos entre las naciones de
Iberoamérica que trasciendan el simple dar y recibir.
19.-
Aspiramos por ello a convertirnos en un interlocutor pleno en el
escenario mundial. A partir de nuestras coincidencias hemos decidido
emprender iniciativas para superar los desafíos que enfrentamos y unir
nuestras voluntades ante las más apremiantes cuestiones globales.
20.-
Asumimos que nuestro acercamiento se enriquece con la diversidad de
experiencias que están teniendo lugar y abre nuevas posibilidades de
diálogo y entendimiento con todas las regiones del mundo. Por lo tanto,
la intensificación de la cooperación iberoamericana no excluye ni
sustituye los esquemas de integración y concertación regionales y
subregionales en los cuales actuamos.
21.- Al
final del siglo XX se configura el surgimiento de un nuevo esquema de
organización de las relaciones internacionales. Sin embargo, sus rasgos
fundamentales están aún por definirse; no podemos esperar el cambio
pasivamente, debemos actuar para conformarlo, tenemos intereses genuinos
que deben ser reafirmados e impulsados.
22.-
Sólo una sociedad internacional regida por el Derecho puede asegurar la
paz y la seguridad para todos los pueblos. En esa tarea deberá
desempeñar un papel esencial la Organización para las Naciones Unidas,
unas Naciones Unidas revitalizadas y renovadas y a las que la nueva
situación internacional debe facilitar la consecución efectiva de los
fines para los que fueron creadas.
El
fortalecimiento de las bases de convivencia y justicia internacionales
conforme a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones
Unidas, es una responsabilidad compartida por todos los Estados y no
prerrogativa exclusiva de algunos.
Se trata
de un proceso que debe ser abierto y participativo, en el cual se hagan
valer los intereses de la comunidad internacional en su conjunto.
Estamos decididos a aportar nuestra contribución.
23.- La
interdependencia de los desafíos que enfrenta la humanidad nos obliga a
conjugar esfuerzos para superarlos. Lograrlo requiere el estricto apego
a las normas fundamentales del Derecho Internacional, así como a su
desarrollo progresivo en las nuevas áreas, resultado de los procesos de
integración y globalización.
24.-
Reafirmamos la fuerza de nuestra cultura que se ve enriquecida por
nuestra participación en los procesos de integración y globalización.
Los
Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica nos comprometemos a
realizar consultas para alentar una cooperación más amplia y acrecentar
los intercambios que nos permitan impulsar políticas comunes que
promuevan el óptimo aprovechamiento de las ventajas que se derivan de la
pertenencia a una misma comunidad. Nos hemos fijado los siguientes
objetivos:
I.-
Vigencia del derecho internacional
A) Guiar
la conducta externa de nuestros países sobre la base del Derecho
Internacional y actuar en forma conjunta y coordinada para contribuir a
eliminar el uso o la amenaza del uso de la fuerza.
B)
Promover decididamente los procesos de negociación para la solución de
conflictos regionales y apoyar iniciativas en materia de control,
reducción y tráfico de armamentos. Respaldar en ese sentido los procesos
de negociación en Centroamérica tendientes a establecer una paz justa,
firme y duradera y a ese objeto nos comprometemos a abstenernos de
cualquier acción o medida que obstaculice la pronta solución de los
conflictos y exhortamos en ese mismo sentido a todos los miembros de la
comunidad internacional.
C)
Impulsar el derecho al desarrollo y el establecimiento de relaciones
económicas internacionales más justas y equitativas.
Ch)
Participar activamente en la reestructuración de los foros
multilaterales, en particular del Sistema de las Naciones Unidas, con el
fin de alcanzar un orden internacional más justo y democrático que
garantice la paz y promueva el bienestar de los pueblos.
D)
Promover el fortalecimiento de la democracia y del pluralismo en las
relaciones internacionales, con pleno respeto a la soberanía, la
integridad territorial y la independencia política de los Estados, así
como la igualdad soberana y la autodeterminación de los pueblos.
E)
Propiciar consultas sobre el desarrollo y la codificación del Derecho
Internacional sobre la base de un proceso consensual y orientado hacia
aquellos temas, que por su carácter global, presentan una mayor
urgencia. Merecen atención prioritaria el mayor fortalecimiento de los
mecanismos de solución pacífica de controversias, normas aplicables en
conflictos armados, promoción del desarme convencional, nuclear y de
armas de destrucción masiva, vigorización de los instrumentos de
protección de los derechos humanos, definición del marco jurídico para
la defensa del medio ambiente, combate al narcotráfico, derecho del mar
y del espacio exterior y transferencia de tecnología.
F)
Fortalecer la cooperación entre gobiernos y entidades de la sociedad
civil y organismos multilaterales competentes en materia de derechos
humanos, y fomentar la plena adhesión a los instrumentos internacionales
de promoción y protección de estos derechos tanto de carácter universal
como regional.
G)
Adoptar el compromiso de crear, y en su caso consolidar, en nuestros
respectivos países, mecanismos nacionales de promoción, protección y
defensa de los derechos humanos, así como establecer una cercana
colaboración entre los mismos.
II.
Desarrollo económico y social
H)
Fortalecer el sistema multilateral de comercio internacional impulsando
una mayor comunicación, y en su caso colaboración, entre los diferentes
esquemas de integración y cooperación en los que participan, tanto en
América como en Europa, los países iberoamericanos a fin de garantizar
una economía mundial abierta.
I)
Contribuir al éxito de la Ronda Uruguay del GATT, al cumplimiento pleno
de sus reglas y objetivos, a la lucha contra el proteccionismo, al
rechazo de la discriminación en el comercio internacional y a la justa
reciprocidad para los países que realizan esfuerzos unilaterales y
regionales de apertura comercial.
J)
Definir modalidades realistas y pragmáticas, que permitan reinscribir
las cuestiones del desarrollo económico y de la cooperación
internacional en la agenda multilateral.
K)
Fortalecer los mecanismos nacionales e internacionales que contribuyan
adecuadamente a promover de manera definitiva el ejercicio pleno de los
derechos y la incorporación en completa igualdad de la mujer a la
sociedad.
L)
Alentar encuentros de los agentes económicos en Iberoamérica con el fin
de intercambiar experiencias y fomentar mayores vínculos entre ellos
aprovechando ventajas comparativas mutuas para el comercio, la inversión
y el desarrollo tecnológico. Para tal fin se podría estimular el
establecimiento de una organización empresarial iberoamericana.
LL) Se
propone la creación de un fondo iberoamericano con el apoyo de
organismos internacionales, para el desarrollo de los pueblos indígenas,
que permita resolver favorablemente los acuciantes problemas de los
pueblos originarios al margen de cualquier sentido de "reservas
indígenas" o de compensaciones paternalistas.
M)
Apoyar, a propuesta del Presidente de México, la candidatura del señor
Carlos Solchaga de España como presidente del Comité Interno del Fondo
Monetario Internacional.
N)
Asegurar que las medidas de control, reducción y eliminación de armas de
destrucción masiva no obstaculicen el acceso legítimo a tecnologías
avanzadas para uso pacífico, indispensables para el desarrollo económico
y social de nuestros pueblos.
O)
Impulsar soluciones al deterioro ambiental sobre la base del pleno
respeto de la soberanía de los Estados sobre sus recursos naturales y a
sus políticas ecológicas, tomando en cuenta que la responsabilidad de
los países es proporcional a la medida en que han contribuido a tal
degradación. Llamamos en particular la atención sobre la necesidad de
prevenir por medios internacionales el uso y transferencia de
tecnologías contaminantes. La Conferencia de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente y el Desarrollo constituye una oportunidad singular para
que se amplíe la cooperación internacional para el desarrollo y se
revierta el proceso global de degradación de la naturaleza.
P)
Promover programas de cooperación a corto plazo de lucha contra el
narcotráfico, de acuerdo con los instrumentos internacionales vigentes,
por medio de intercambio de información, la fiscalización de activos
monetarios de procedencia ilícita y el control de la producción y venta
de precursores químicos.
Q)
Demandar a los países consumidores que intensifiquen sus acciones
tendentes a la erradicación del uso de drogas.
R)
Requerir a los países industrializados y a los organismos
internacionales que brinden su apoyo económico y financiero para
permitir a todos los Estados afectados por el narcotráfico llevar a cabo
programas de sustitución de cultivos y desarrollo alternativo, así como
el fortalecimiento de sus sistemas judiciales y administrativos. Una de
las modalidades más eficaces de compensación de los costos
socio-económicos generados por esta lucha, es la apertura de mercados
para los países en desarrollo que emprendan los citados programas.
S)
Otorgar atención a los problemas de salud y, en especial a los de salud
preventiva. Damos pleno respaldo a la elaboración de un plan de
emergencia para la prevención y control del cólera en Iberoamérica y
para inversiones de mediano y largo plazo orientadas a reducir las
carencias en materia de abastecimiento de agua potable y el tratamiento
adecuado del agua usada.
T)
Proponer a los organismos internacionales de crédito la factibilidad de
prestar ayuda a los países de la región en sus planes agrarios.
III.
Educación y cultura
U)
Identificar las áreas educativas que de acuerdo a cada país presenten
ventajas comparativas y de las que pudieran derivarse beneficios para la
región iberoamericana como países individuales o en su conjunto y, en
función de sus prioridades, diseñar programas específicos de
cooperación, sea a nivel bilateral o multilateral.
V)
Promover un mercado común del conocimiento como un espacio para el
saber, las artes y la cultura, liberalizando los intercambios de
materiales culturales, didácticos y educativos; facilitando el
intercambio y la provisión de equipamiento científico y tecnológico; y
creando incentivos para la comunicación y transmisión de conocimientos.
De igual manera, nuestros países debería destinar, dentro de sus
posibilidades, recursos a la puesta en marcha de un proyecto de
desarrollo tecnológico destinado a fortalecer la capacidad de generación
de innovaciones para reforzar la competitividad industrial y la
eficiencia social.
W)
Fomentar encuentros iberoamericanos de expertos en las diversas áreas
del pensamiento y la creación culturales. Invitar a cada país en la
región a fundar una biblioteca iberoamericana como eslabón de cultura,
esencia de nuestra comunidad.
X)
Intensificar los vínculos entre instituciones iberoamericanas de
educación superior.
Y)
Ampliar los programas de intercambio cultural y de becas.
Z)
Impulsar el aprovechamiento de los sistemas de comunicaciones por
satélite que existen en la región, lo que contribuiría a mejorar los
vínculos entre los países de Iberoamérica.
Para
alcanzar los objetivos antes mencionados hemos decidido establecer un
diálogo al más alto nivel entre los países de Iberoamérica. Los Jefes de
Estado y de Gobierno reunidos en Guadalajara, México, hemos decidido
constituir la Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado y de
Gobierno con la participación de los Estados soberanos de América y
Europa de Lengua Española y portuguesa. Para ello nos reuniremos
inicialmente en España el año próximo, en Brasil en 1993, en Colombia en
1994 y en Argentina en 1995. La celebración de estas reuniones permitirá
avanzar en un proceso político y económico y cultural a partir del cual
nuestros países podrán lograr juntos una mejor y más eficiente inserción
en un contexto global en plena transformación.
Expresamos la conveniencia de intercambiar información sobre el avance
de los objetivos de esta Declaración antes de la próxima cumbre.
Guadalajara, 19 de julio de 1991
Fuente:http://www.cumbresiberoamericanas.com/principal.php?p=63
Nota: El nombre de nuestro país Cuba
se menciona una vez en este documento.
|
|