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Protesta en pleno símbolo castrista.
Pablo Alfonso
Berta Soler Fernández, esposa del preso político cubano, Angel Moya,
acompañada de otras cuatro familiares de prisioneros, decidió ''acampar''
ayer frente a la sede del Consejo de Estado en la emblemática Plaza de
la Revolución de La Habana, en una protesta sin precedentes en la isla.
''El objetivo es pedir el traslado de mi esposo para un hospital civil
en La Habana con un permiso temporal, debido a que el mismo está
sufriendo de muchos dolores producto de su hernia discal'', declaró
Soler, quien entregó una carta dirigida a Fidel Castro en la sede del
gobierno. ''Es un juego diabólico que tienen conmigo, y como parece que
él es el único que parece puede decidir sobre estos prisioneros
políticos, estoy a la espera de que me traiga a mi esposo'', indicó.
Agentes de la seguridad, uniformados y de civil, vigilaron los
movimientos de las manifestantes en la Plaza, pero no intervinieron en
ningún momento. La esposa de Moya fue interrogada brevemente a la
entrada del complejo gubernamental, pero no le fue permitido el acceso.
''Voy a esperar aquí hasta que vea a mi esposo con mis propios ojos o
hasta que me arresten'', afirmó Soler a la agencia de noticias
Associated Press.
Este tipo de protesta no es común en la isla aunque las esposas de los
disidentes ya han realizado marchas, ayunos y han escrito cartas a
intelectuales y personalidades del mundo para reclamar la libertad de
los disidentes.
Moya, de 39 años, está condenado a 20 años de prisión y se encuentra
actualmente recluido en la cárcel ''Las Mangas'', en la provincia
oriental de Granma, casi a 1,000 kilómetros de la capital. Fue arrestado
en marzo del pasado año junto a otros 75 opositores durante la ofensiva
lanzada por el régimen cubano contra activistas políticos y periodistas
independientes.
Según explicó Soler a medios internacionales de prensa, su esposo tenía
fecha de operación para el pasado 8 de julio, pero la familia se opuso
debido a la lejanía y lo ''complicado de su operación''. Añadió que
posteriormente se le informó que su traslado a La Habana ``ya había sido
aprobado y no se ha concretado''.
Soler llegó a las cercanías de la sede del Consejo de Estado, junto a su
cuñada, Lídice Moya, y acompañada por Isabel Ramos Martínez, madre de
Arturo Suárez Ramos, preso desde hace 18 años por salida ilegal del país;
Marcela Sánchez, familiar de Marcelo López, condenado a 15 años; y Dolia
Leal, esposa de Nelson Aguiar, sentenciado a 13 años.
Fuente: El Nuevo Herald
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