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Castro lanza una ofensiva contra el acceso ilegal a la TV por
satélite.
Por Wilfredo Cancio Isla.
La batalla contra la corrupción y el despilfarro económico proclamada
por el gobernante Fidel Castro no descarta otras misiones contra ''vicios
sociales'' extendidos entre la población, como el acceso ilegal a la
televisión por satélite.
Desde comienzos de octubre, el gobierno cubano ha desplegado múltiples
operaciones en barriadas de las provincias La Habana y Ciudad de La
Habana para desmantelar las crecientes redes de usuarios con acceso no
autorizado a canales de la televisión extranjera mediante antenas
parabólicas.
La ofensiva policial identificada como Operación Araña se inició en
poblados del sur de La Habana como Güines, Quivicán y San Antonio de los
Baños, y en las últimas semanas se extendió a los municipios capitalinos
de Habana Vieja y Centro Habana.
Sin embargo, la prensa oficial ha mantenido absoluto silencio sobre
estas redadas.
Fuentes consultadas por El Nuevo Herald narraron que los operativos son
guiados mayormente por agentes de la policía política vestidos de
civiles, quienes se presentan de súbito en los barrios, y suben a los
techos y azoteas para desconectar los cables e incautarse de las antenas.
''En varios lugares las barridas han empezado a las 4 a.m. para
sorprender a la gente'', relató un testigo que pidió anonimato. "Muchas
personas han retirado los cables y guardado las antenas a la espera de
que se aplaque este temporal''.
La incursión policial va acompañada de multas hasta de 1,000 pesos
cubanos a los propietarios de las antenas, y el decomiso de todos los
equipos electrónicos en las viviendas. El uso de antenas parabólicas
para captar canales extranjeros se ha extendido vertiginosamente durante
los últimos cinco años como alternativa a los bancos clandestinos de
video. Se estima que el fenómeno abarca a miles de hogares en las
provincias habaneras.
''Es un asunto localizado esencialmente en La Habana, por la cercanía
con las señales emitidas desde la Florida'', contó una joven de Arroyo
Naranjo que tiene acceso a varios canales de Miami abonando a su ''proveedor''
$10 mensuales (unos 260 pesos cubanos).
El florecimiento de esta opción televisiva se ha potenciado mediante la
obtención de antenas de 12 pulgadas de diámetro, en su mayoría
adquiridas en el extranjero. El equipo se activa con una tarjeta
prepagada a compañías que operan desde Estados Unidos, y el receptor
puede ofrecer el servicio hasta 50 casas a la redonda.
''Es obvio que a este gobierno todo le molesta y le preocupa, nada le
viene bien, incluso ni que la gente obtenga señales televisivas que no
son propiedad del Estado cubano'', opinó el activista Elizardo Sánchez,
el presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional (CCDHRN). "La preocupación está en no dejar abierta ninguna
puerta a imágenes alternativas, especialmente las que vienen de los
canales de Miami''.
La televisión estatal cuenta con cinco canales, dos de ellos educativos,
además de varios telecentros en el interior del país.
La CCDHRN está registrando los incidentes vinculados a estos operativos,
pues en algunas barriadas ha habido resistencia de la población al
allanamiento de los hogares sin orden judicial. En San Antonio de los
Baños, las redadas se realizaron con policías armados.
Fuente: El
Nuevo Herald
Diciembre 01, 2005
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